«Una empresa tiene que crecer, pero siempre de manera controlada»
22/08/2015
Empresarios. Iker Aldabaldetreku. Hadimek comenzó su camino en un mal momento, pero el esfuerzo y ganas de sus fundadores lograron darle un gran impulso.«La crisis nos llevó a hacer un cambio de rumbo en el negocio,y el mercado nos respondió rápido».
Poner en marcha un negocio requiere una dedicación especial. Ilusión, ganas, esfuerzo y sacrificio son cualidades que todo emprendedor debe tener en la cabeza. Nunca resulta fácil empezar, ni tampoco mantenerse. Con estos conceptos bien claros, cuatro compañeros de trabajo se movieron para crear una empresa dedicada al mecanizado. Sergio Hernández, Aitor Iraolagoitia, Jorge de la Flor e Iker Aldabaldetreku fundaron Hadimek, ocupando el último de ellos el cargo de director general.
– Cuatro amigos se animaron a fundar Hadimek.
– La decisión de crear esta empresa se tomó año y medio antes de su fundación. Yo comencé trabajando en una compañía de mecanizado y luego me cambié al sector de la construcción y promoción, pero no encontré lo que esperaba. Eso me hizo recapacitar y plantearme el futuro a corto plazo, así que hablé con mis socios actuales para poner en marcha un negocio de mecanizado que diera servicio a las compañías de la zona. Nos pusimos de acuerdo entre todos y arrancamos.
– Lo hicieron en mal momento, cuando la situación económica se empezó a torcer.
– La crisis nos pilló recién empezados, sin mercado y con muy pocos clientes. Eso sí, con unas ganas tremendas de trabajar. En verano de 2009 empezaron a escasear los pedidos de manera seria y, entonces, nos planteamos si queríamos esperar a que la actividad volviera a su cauce correcto o dar un paso más allá para intentar ir al usuario final con objeto de darle un valor añadido a nuestro servicio. Apostamos por esto último, a pesar de que no teníamos recursos. Hicimos un cambio de rumbo en el negocio a partir de otoño de 2009, para lo cual llevamos a cabo una importante labor comercial en todo el Estado. Curiosamente, el mercado nos respondió muy satisfactoriamente y de manera rápida. Ya en 2010 empezamos a coger pedidos con facilidad, a colaborar con los clientes, así como a obtener nuevos.
– ¿Han crecido mucho?
– Desde que comenzamos con la labor comercial no hemos cesado. Año a Año, hemos ido aumentando la capacidad de producción. Empezamos siendo cuatro trabajadores y ahora somos 14, comenzamos con unas instalaciones de 500 metros cuadrados y en estos momentos tenemos 1.100. La labor comercial ha sido fundamental para seguir creciendo.
– Y que siga…
– Una empresa tiene que crecer, pero de una manera controlada para que no se te vaya de las manos. Nosotros así lo estamos haciendo. Vamos aumentando en personal, maquinaria e instalaciones a medida que vemos que sube también la demanda de pedidos. Hay que mantener siempre ese equilibrio.
– ¿Cuál sería el punto fuerte de Hadimek?
– Nos queremos diferenciar de los típicos talleres a los que los clientes acuden con las piezas y en ellos se realiza únicamente el mecanizado. Nuestra labor va más allá, dado que en Hadimek se nos presentan con unos planos en los que nos especifican unos requisitos y nosotros les devolvemos las piezas completamente acabadas con la documentación pertinente. No hacemos una sola operación, estamos más volcados en la fabricación, que conlleva todo el proceso para hacer la pieza: comprar la materia prima, el mecanizado, los ensayos y las inspecciones.
– ¿A qué se destinan sus piezas?
– Nuestros clientes están centrados en hacer equipos de alta presión y de grandes dimensiones para el sector energético; y, en menor medida, el de la alimentación industrial. Hadimek fabrica accesorios forjados para esos montajes, que se destinan a refinerías o plataformas de extracción de crudo, entre otros.
– El sector energético es muy amplio, ¿en qué rama se utilizan sus piezas?
– Estamos centrados, sobre todo, en el apartado del ‘oil and gas’, que abarca empresas de petroquimica o química. Nuestros clientes son caldererías medias y pesadas. Aquí estaría nuestro principal negocio.
– Pero también hacen trabajos para empresas de alimentación industrial, dos sectores completamente distintos.
– Los equipos en uno y otro sector son similares, varían en su diseño y materiales. Por ejemplo, en una refinería y en una fábrica de leche industrial se emplean condensadores gigantes. En cada una de ellas habrá que cumplir los requisitos pertinentes: en la fábrica energética habrá que tener en cuenta cuestiones como temperatura y presiones; mientras que en la de alimentación se deberá realizar una esterilización para que no afecte al producto.
– En ambos sectores, mantener una buena relación con el cliente ayudará a obtener pedidos.
– Nos encontramos en un sector en el que hay poca competencia, lo cual resulta una ventaja. No obstante, guardar una buena relación con el cliente históricamente ha sido importante y en un futuro se seguirá esta línea. Nuestro valor añadido es la predisposición a ayudar. Estamos siempre en contacto directo con él, e incluso trabajamos conjuntamente antes de que obtenga un pedido, cuando le solicitan una consulta. Sabemos que para que nosotros tengamos un encargo, primero el cliente debe tener la obra. Por eso, ofrecemos colaboración desde el principio del proyecto y eso las compañías lo valoran, por lo menos aquellas empresas que no tienen los mismos recursos que las grandes.
– ¿Cuál es su día a día?
– Llego a Hadimek a las 7.00 y la primera hora la empleo en organizarme el día y hacerme a la idea de la situación en la que estamos. Para ello, veo por encima los temas que hay en producción y los plazos a cumplir, así como los pedidos de compra. Luego, mi trabajo se centra en el apartado comercial, por lo que trato con los clientes y realizo los estudios de las demandas que nos solicitan. Las salidas son programadas, en días concretos, de tal manera que el tiempo que no estoy en la empresa me cunda lo máximo posible.
– ¿Y cuál es la relación con los trabajadores?
– La podríamos resumir en directa y natural. Nunca me ha gustado hacer una distinción entre jefes y trabajadores, y creo que lo he conseguido. Cualquiera del taller puede venir a mi despacho para consultarme cualquier cosa. La relación es muy buena.
– ¿Le resulta complicado dejar a un lado el trabajo?
– Cuesta mucho desconectar, pero tampoco necesito hacerlo del todo. Eso sí, tengo una capacidad especial para llegar a casa y dejar los problemas laborales a un lado y volver a cogerlod al día siguiente. También aprovecho la vida social y el deporte.