Ponga un hotel en su vida
28/02/2016
Tribuna de Paul Liceaga, Responsable sectorial de Adegi y secretario de Hoteles de Gipuzkoa
Afortunadamente, pasó el tiempo en que tan sólo unos pocos podían viajar. Aquellos clientes de antaño no venía de lejos, no más de 500 km, se quedaban tres semanas y se despedían con besos y abrazos al director… Hoy, además, contamos con grandes directoras. También pasó el tiempo de aquellos que venían ‘de paso’ y se quedaban unos días. Ahora se reserva desde la puerta o desde el aparcamiento del hotel, sin pasar por recepción, a través del móvil o de la tablet, haciendo uso de los conocidos canales de reserva online, que conviene subrayar suponen al hotel entre un 17 y un 30% del precio de cada habitación.
Hoy, las estancias son mucho más cortas ( la media no llega a dos noches), los clientes vienen de todo el mundo y muchas de las reservas ¡ y cancelaciones! – porque va a llover o porque vaya usted a saber– son de ultimísima hora y en su mayoría on line, lo que dificulta mucho la gestión de los distintos recursos.
Pero hay algo que no cambia. Antes como ahora, se demanda una exquisita dedicación y una orientación al cliente absoluta. Eso sí, con ingredientes completamente distintos a los que, todos, debemos adaptarnos.
Estamos de manera conjunta en el atlas del mundo por el buen hacer de muchos, entre los que están sin duda los hoteles. Porque… afortunadamente pasó también el tiempo en que por aquí nadie quería venir ... Y déjenme que les diga que, en ese momento, ni las ocupaciones medias ni el precio de los distintos servicios turísticos era, como es natural, un problema pero los hoteles siguieron abiertos los 365 días del año.
Un hotel, aunque sea pequeño, es toda una empresa generadora de riqueza y de empleo. Téngase en cuenta que un hotel de 100 habitaciones ocupa al menos a 60 personas y que a la inicial inversión en suelo, edificación o equipamiento... se suma una permanente política de inversión, orientada a dar el mejor servicio y a cumplir los cada vez más altos estándares en materia normativa de distinta naturaleza.
Todo ello ha de soportarse en un plan de viabilidad complejo y aunque en términos de ocupación, junio, por ejemplo, pueda estar completo (lo que hace muy complicado extraer cupos para grandes eventos)… no nos engañemos… en febrero, todavía, se oye poco más que el eco de los pasos del personal por los pasillos.
Pero todo esto no implica que entre 2011 y 2015 se hayan puesto a disposición, sólo en San Sebastián, cerca de 600 plazas de alojamiento en hoteles o pensiones. Y por supuesto no ha sido impedimento para la apertura de una cantidad muy relevante de apartamentos.
Los que buscan cumplir la legislación existente, sea o no suficiente a criterio de los hoteles, han de ser sin duda entendidos como una oferta complementaria, pero muchísimos, y empleo estas unidades de medida porque cada día se abren nuevos, creyendo que esto, con perdón, es la ‘Gallina de los huevos de oro’, confunden la más elemental diferencia entre facturación y beneficio y eso sería como creer que las cotizaciones a la Seguridad Social es cosa de otros o sencillamente que no hay que pagar impuestos, sin contar con el agravio a las empresas, la inseguridad de los trabajadores o la falta de control y garantías sobre los usuarios, por no hablar de historias… para no dormir.
Tenemos mucho por delante pero el éxito solo saldrá de compartir una estrategia sólida, sobre la base de la calidad, en la que cada cual y cada quien debe dar cumplida respuesta.
Tenemos que empezar a hablar de empresa y de sector, que según la Organización Mundial de Turismo es nada más y nada menos que: hoteles y similares, servicios de alquiler inmobiliario, restaurantes y similares, transporte de pasajeros, agencias de viaje, otros servicios anexos al transporte, alquiler de vehículos, actividades recreativas y culturales y servicios turísticos de no mercado de las AA PP. Y eso, como acaba de precisar el EUSTAT, por encima de sectores mas conocidos o reconocidos, supone en Gipuzkoa el 7,4 del PIB y podría estar en claro y esperanzador crecimiento. El camino se va despejando.
El reto es recorrerlo juntos, coordinados y con claras normas de juego.