Las empresas de construcción de Gipuzkoa celebran su Asamblea Anual
10/12/2019
El presidente de Ascongi, Txema Muñoz, en su intervención ante la Asamblea ha señalado que es “tiempo de estar esperanzado, aunque conviene ser cauto. Los datos apuntan en esa dirección, son tres años de crecimiento, y además, desear las cosas es el primer paso para que sucedan. Pero no podemos olvidar que venimos de una crisis en el período 2008-2015 que se ha llevado por delante la mitad del sector.
Ascongi ha celebrado su Asamblea General en el Instituto de Arquitectura de Euskadi en la que se han repasado la coyuntura del sector de la construcción y se ha hecho un repaso a las actividades del ejercicio 2019. Entre las mismas se ha profundizado en el servicio de promoción de la calidad de la contratación pública que ofrece Ascongi a las empresas asociadas.
Tras la Asamblea ha tenido lugar la Jornada Abierta bajo el, ¿Es posible una Nueva Cultura de Empresa en el sector de la Construcción? La charla inicial ha estado a cargo Jon Karla Lizeaga, entrenador de equipos en Adegi. A continuación, Aitziber Sukia, Presidenta de Construcciones Sukia Eraikuntzak) y Javier Roquero (Director General de Salto Systems) han protagonizado un interesante e inspirador diálogo sobre Nueva Cultura. Pablo García Astrain, Director General de Vivienda del Gobierno Vasco ha cerrado el acto.
Una vez concluida la Asamblea y la Jornada Abierta todos los asistentes han visitado la exposición “Diseño de Sistemas: la Escuela de Ulm y la compañía Braun”, la exposición central de Mugak Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi.
El presidente de Ascongi, Txema Muñoz, en su intervención ante la Asamblea ha señalado que es “tiempo de estar esperanzado, aunque conviene ser cauto. Los datos apuntan en esa dirección, son tres años de crecimiento, y además, desear las cosas es el primer paso para que sucedan. Pero no podemos olvidar que venimos de una crisis en el período 2008-2015 que se ha llevado por delante la mitad del sector”.
Para el presidente de Ascongi el motivo para estar esperanzado en todo caso, no radica en la activación del sector que con 6.930 empresas contribuye, en la media europea, con más del 6% del PIB y sustenta el empleo 18.000 trabajadores, de los que 9.428 son asalariados y 8.581 son autónomos.
Ni siquiera esperanzado, ha añadido, porque estimamos que la contribución del sector a la recaudación por impuestos directos e indirectos de Gipuzkoa (incluidas las cotizaciones sociales) ronda en 2017 los 329,5 millones de euros, un 1,5% más que en 2016. Cantidad que supone un 6,7% del total recaudado en Gipuzkoa, a la que si se añade, el IVA que grava la venta de nueva vivienda, eleva el total de impuestos aportados por el sector al 7,3% del conjunto de impuestos directos e indirectos recaudados en Gipuzkoa por la Hacienda Foral y las haciendas locales.
Esperanzado, ha continuado, “porque un sector de la construcción saludable puede dar respuesta a los grandes retos de nuestra sociedad, como son, la gestión de los recursos naturales, los cambios demográficos o la innovación tecnológica, para lo que además resulta imprescindible asociar el concepto de inversión pública con infraestructuras prioritarias, sostenidas y sostenibles en el tiempo, ejecutadas sin caer en la tentación de que los condicionados para su ejecución sean una oportunidad para desarrollo de políticas que escapan del objeto principal, mucho menos si dichos condicionantes no llevan aparejado un reflejo en su presupuesto”.
Para el Presidente de Ascongi, hablamos de infraestructuras relacionadas con el Agua (abastecimiento, tratamiento, distribución o regulación de recursos hídricos) la Energía (Eficiencia, renovables y conexiones), lo Social, (referido a Salud, Bienestar, educación y Justicia) el Trasporte, Medioambiente (lo que incluye el tratamiento de residuos, el mantenimiento forestal, la regeneración costera o la reducción de emisiones) lo Digital (telecomunicaciones e innovación tecnológica), el Urbanismo (Integración urbana, rehabilitación o ciudades inteligentes) o el mantenimiento de las infraestructuras preexistentes, para conseguir aumentar la seguridad y reducir inversiones futuras, por no hablar, de nuevos patrones en materia de movilidad, accesibilidad a las ciudades, logística, redes secundarias, gestión de capacidad o seguridad, incluso turismo.
La cuestión, ha subrayado, en consecuencia no sería tanto “si el sector goza o no de buena salud después de tres años de crecimiento, para lo que es perentorio mejorar el equilibrio económico de los contratos, (incremento de actividad no es sinónimo de rentabilidad), cuanto si no tenerla nos permitirá disponer de un tejido empresarial local capaz de responder de estos restos y los objetivos que nos marcamos para su consecución, por cierto, no siempre alineados o suficientemente conscientes de la naturaleza y peculiaridades de dicho tejido”.
Ha insistido además en la necesidad de explorar con denodado ahínco en las herramientas de colaboración publico privada como formas de cooperación entre las autoridades públicas y el mundo empresarial, en este caso, con el objetivo de “garantizar de forma innovadora la financiación, construcción, renovación, gestión o el mantenimiento de una infraestructura o la prestación de un servicio público, de las que mucho hablamos pero en ocasiones pudiera parecer que no tenemos claro su verdadero alcance”.
También se ha referido en su intervención a la escasez de talento para subrayar que, en un contexto de escasez de talento y más si cabe teniendo en cuenta la ausencia de barreras de entrada, se hace igualmente necesario hacer atractiva la construcción profesional y profesionalizada reconociendo igualmente su tracción sobre el empleo, incorporando en mayor
medida a la mujer en todo el proceso constructivo, desarrollando relatos que consigan trasmitir que el resultado de una obra forma parte indisoluble de una sociedad, demostrando su grado de desarrollo.
Ha finalizado su intervención recordando que “mientras la obra impacta en la economía de su entorno mientras dura, lo construido permanece multiplicando su contrib