«La internacionalización es una alternativa solo para algunas empresas guipuzcoanas»
02/12/2013
Entrevista Paul Liceaga, Secretario Ascongi. DV 1 de diciembre 2013
Considera que con la crisis se ha hecho más perentoria la necesidad de abordar procesos de concentración
«Las UTEs han prosperado, pero hay que abordar procesos más ambiciosos»
«Nos preocupa más que no haya dónde aplicar el convenio provincial por falta de obra»
El secretario de Ascongi cree que no todas las empresas guipuzcoanas del sector tienen la suficiente dimensión y recursos para abordar una internacionalización y que la búsqueda de mercados exteriores no debe obedecer a necesidades perentorias. Además, apunta que los destinos elegidos no han sido en algunos casos los más adecuados.
– Se ha hablado de la necesidad de que las constructoras también se internacionalicen. Algunas lo han hecho, pero parece que ha sido un proceso poco significativo.
– La internacionalización es una alternativa, pero no una obligación. Para que una empresa de la construccin se internacionalice se tienen que dar unos requisitos mínimos que no se dan en todas las firmas. Pero tampoco valen todas las empresas. Hay que tener y recursos suficientes para que la necesidad no sea la única compañera de viaje y no haya mucho riesgo de que el esfuerzo no tenga retorno. Tienen que tener capacidad de asentarse en entornos con seguridad jurídica y económica. Es una alternativa solo para algunas empresas.
– ¿ Cuántas empresas guipuzcoanas se han internacionalizado durante la crisis?
– Hay varios casos de internacionalización, pero lamentablemente han prosperado pocos. No se han dado todos los mimbres y los destinos no han sido en algunas ocasiones los más adecuados.
– Ha habido algún caso, en un país africano, en el que los trabajadores se quedaron sin cobrar y sin recursos para regresar. ¿No se ha acertado con los mercados?
– Hay algunos mercados muy complejos con entramados políticos, jurídicos y económicos muy inestables. Se va con la urgencia de la necesidad y luego se dan situaciones de difícil salida. No hay que salir para solucionar problemas perentorios, sino que hay que buscar entornos donde poder asentarse.
– ¿Qué mercados se han abordado hasta ahora?
– Africa, Sudamérica –donde las experiencias han sido mejores– y también casos puntuales en algunos países del Este y en Francia.
– El tamaño es también un handicap en las empresas de construcción. De hecho, el 45% de las 3.800 empresas que han cerrado en Gipuzkoa desde 2008 en dicho sector tenían menos de 20 empleados. ¿No se han emprendido procesos de fusión o de concentración?
– Ha habido algunos intentos en otros tiempos. Antes de la crisis y ahora es una necesidad abordar procesos de concentración con distintas variables: fusiones, adquisiciones, etcétera. Estamos en un entorno en el que las uniones temporales ( UTEs) han prosperado y estamos orgullosos de ello, pero posiblemente es el momento de abordar procesos más ambiciosos.
– Se han perdido 8.000 empleos directos desde el inicio de la crisis. Sin embargo, en su informe señalaban que se observa una cierta desaceleración desde marzo. ¿Puede ser un dato esperanzador?
– Con datos tan duros no permite sacar conclusiones. Lamentablemente, se seguirá destruyendo empleo. De hecho, en lo que va de año se han perdido 2.800 empleos.
– ¿La obligatoriedad de tener que aplicar el convenio de la construcción de Gipuzkoa en las licitaciones es una hándicap para las empresas del territorio como señala Adegi?
– El problema es que no hay obra. A nosotros nos preocupa que no haya dónde aplicarlo. De todos modos, para las empresas guipuzcoanas la referencia es el convenio del territorio. Nos preocupa que estos intentos se hacen cuando no hay obra.
– Pero en algún momento se reactivará y no todas las subcontratas aplican el convenio de Gipuzkoa.
– Tanto la AgenciaVasca de la Competencia como la Abogacía del Estado han recurrido la norma. De todos modos, la situación del sector es tan complicada en Gipuzkoa, que nos preocupa más la falta de actividad. Tampoco veo hasta qué punto es imprescindible que se introduzca en los pliegos la obligación de aplicarlo.