inGUru+: Mide la contribución de tu organización a la sociedad
¿Qué es el impacto socioambiental? Las empresas son uno de los principales agentes sociales y como tales, son importantes generadoras de impacto socioambiental, es decir, generan cambios positivos o negativos en las personas (trabajadoras o no), en el medioambiente, en la comunidad y en la sociedad en general. Este impacto es resultado de su forma de trabajar, de cómo hacen las cosas, ya que una misma producción o actividad desarrollada de formas diferentes genera impactos diferentes. De esta forma, todas las empresas tienen impacto socioambiental sean conscientes de él o no; todas las empresas producen una “huella” en la sociedad en la que desarrollan su actividad. Las empresas son uno de los principales motores de desarrollo de un territorio y la sociedad es bastante consciente de su contribución al crecimiento económico y a la generación de riqueza y empleo. Sin embargo, las empresas hacen muchas cosas que son menos reconocidas o incluso desconocidas, no sólo por el conjunto de la sociedad, sino en muchos casos también, por sus grupos de interés. Además de contribuir con impuestos a las necesidades sociales, se preocupan activamente por las personas trabajadoras y fomentan su participación apostando decididamente por la Nueva Cultura de Empresa, ayudan al desarrollo del talento de hombres y mujeres, tratan de reducir su huella en el medioambiente, impulsan la innovación sostenible, colaboran con agentes de la comunidad y un largo etcétera. En algunos casos, su propio producto o servicio tiene por sí mismo un impacto socioambiental, como es el caso de la educación, la salud o la ecología entre otros. ¿Para qué es importante medir el impacto socioambiental? Desde principios de siglo ha crecido de forma importante la demanda de un mayor impacto positivo hacia las empresas. Se ha pasado de un contexto en el que su única responsabilidad era el aumento de los beneficios (siglo XX), a uno en el que integrar el impacto socioambiental en su día a día y en las estrategias de largo plazo se ha convertido en un requisito ineludible. Cada vez son más los agentes y grupos de interés que buscan este cambio:
Pero ¿cómo puede saber una empresa cuál es su impacto socioambiental y si este aumenta? Midiéndolo: medir el impacto es la única manera de mejorarlo. Como hemos visto, esta medición tiene beneficios tanto a nivel interno (en la propia gestión de la empresa), como a nivel externo (el reconocimiento y confianza que genera en la sociedad). ¿Cómo medimos el impacto socioambiental? Hay muchas metodologías para medir el impacto socioambiental, pero éstas no parecen adaptarse a las características de las empresas de Gipuzkoa. El principal estándar internacional, Global Reporting Initiative (GRI), tiene gran éxito entre las empresas multinacionales, pero solamente el 10% de las memorias han sido realizadas por pymes (2015[2]), cuando suponen el 90% de todos los negocios a nivel mundial. En Gipuzkoa y Euskadi el nivel de presencia es casi testimonial, incluso entre las grandes empresas. Existen otras metodologías como el Informe Integrado (IR), LBG, Empresas B, Economía del Bien Común, cada una con sus ventajas y desventajas, pero en general complicadas y que requieren una dedicación de recursos que no todas las empresas se pueden permitir. Desde ADEGI, con la colaboración de la consultora Sinnple y la financiación de la Diputación Foral de Gipuzkoa[3] hemos desarrollado inGUru+, una herramienta de autodiagnóstico del impacto socioambiental pensada para todo tipo de organizaciones independientemente de su tamaño o sector. inGUru+ es una herramienta flexible, fácil de usar y que aporta información de valor para la gestión y para la comunicación, tanto interna como externa. Se basa en el principio de Materialidad, medir poco, pero lo realmente importante; aquello sobre lo que la empresa tiene poder de actuación. ¿Cuáles son las áreas de impacto? inGUru+ agrupa todos los posibles impactos en cuatro áreas:
Este bloque incluye todos los aspectos que causan un impacto en el planeta y sus seres vivos, tanto de manera directa como de manera indirecta en la cadena de valor.
Este bloque hace referencia a la contribución de la empresa a la sociedad.
Este bloque incluye todos los aspectos relacionados con las personas que trabajan en la empresa, de alguna forma, se trata de mirar la empresa “hacia adentro”. La mayoría de las empresas están haciendo algo en esta área y suele ser un campo de mejora para todas. Está muy relacionada con la cultura de la organización.
Este bloque hace referencia a la estrategia de la empresa en su conjunto y a la gobernanza. De entre estas áreas y todos estos impactos, cada empresa tiene que determinar aquellos sobre los quiere trabajar. La elección entre unos y otros se hará en base a la matriz de materialidad.
¿Cómo elaboramos la matriz de materialidad? La matriz de materialidad no es más que la representación gráfica del resultado de dos pequeños ejercicios. En primer lugar, hay que saber qué les preocupa a los grupos de interés sobre la actividad de la empresa, es decir, qué áreas socioambientales les preocupan con relación a la actividad de la empresa. Lo ideal sería contrastarlo directamente con ellos, pero ante la dificultad que supone esta tarea, consideramos una práctica óptima, ponerse en su lugar y hacer el ejercicio de descubrir sus necesidades evaluando la empresa desde su visión. El hecho de realizar este ejercicio de forma conjunta por varías personas de la organización, aporta una visión más global sobre los grupos de interés. Una vez que ya conocemos qué es lo que los grupos de interés quieren saber y valoran o evalúan de la actividad de la empresa, hay que determinar el grado de respuesta de la organización a sus expectativas en estos campos. Es un ejercicio de autoevaluación subjetivo, pero no tiene ningún sentido el autoengaño; suele ser conveniente pensar qué impacto tendría en la competitividad de la empresa una mejora o un fallo en cada campo. Con toda esta información se deberá priorizar las áreas de impacto socioambiental que se van a medir y gestionar. La representación gráfica de los resultados de los dos ejercicios anteriores nos aporta una foto muy elocuente y nos permite una decisión más consciente entre unos y otros. ¿Qué medimos concretamente? Una vez que se han determinado las áreas socioambientales materiales para la organización, hay que decidir que indicadores concretos se van a utilizar para su medición y seguimiento. inGUru+ dispone de un repositorio con más de 1.000 indicadores en total, de los cuales ofrece a cada empresa aquellos materiales para su sector en las áreas que ha elegido y una propuesta de indicadores interesantes seleccionados entre los que ofrecen los diferentes estándares reconocidos internacionalmente y diferentes metodologías de medición. Hay dos tipos de indicadores: cualitativos y cuantitativos. El objetivo principal de los cualitativos es describir qué hace la empresa en un campo en concreto, son un texto explicativo. En el caso de los indicadores cuantitativos, el resultado es un dato numérico y tienen una fórmula concreta de cálculo. A su vez, inGUru+ distingue entre indicadores comunes e indicadores específicos. Los indicadores comunes hacen referencia al impacto socioeconómico de la empresa, el valor que crea y cómo lo distribuye, y al empleo generado y la calidad del mismo. Los indicadores específicos hacen referencia a los que cada organización selecciona en base a las áreas materiales priorizadas anteriormente. El número final de indicadores seleccionados no debe suponer un trabajo inasumible para la organización, por lo que es recomendable ser cautos a la hora de determinar el número total de indicadores, especialmente si es la primera vez en la que se realiza el ejercicio. Para escoger entre unos y otros, es importante buscar un equilibrio entre Efectividad, cómo de bien refleja el concepto que se quiere medir, y Compatibilidad, lo fácil o difícil que será calcularlo. El ideal serán indicadores que ya se calculen en la empresa y que además reflejen muy bien el impacto, pero no siempre se pueden conseguir ambas. Cuadro de mando del impacto socioambiental Al finalizar este proceso la empresa obtiene su cuadro de manto de impacto socioambiental, una potente herramienta de gestión y de comunicación. Respecto a la gestión, este ejercicio permitirá a la empresa descubrir lo que hace bien y encontrar áreas de mejora, por lo que resulta interesante volver a realizar el proceso periódicamente. Respecto a la comunicación, en la medida en que los resultados sean fruto de un análisis coherente y no del autoengaño, la empresa puede comunicarlos sin complejo. No obstante, conviene tener siempre presente qué le interesa a cada grupo de interés y cuál es la mejor vía de llegar a ellos. Optar por herramientas o representaciones muy visuales suele ser una garantía de éxito. Del impacto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible[4]. Una vez que la empresa tiene claras sus áreas materiales de impacto socioambiental, un siguiente paso puede ser relacionarlas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (o ODS) y comprometerse con ellos de forma explícita. <17 Objetivos y 169 metas que deben cumplirse antes de 2030, y está dirigida a todos los actores del planeta; los gobiernos, las empresas y la sociedad civil han sido llamados a la acción para contribuir a estas metas globales En este nuevo marco, las empresas juegan por primera vez un papel protagonista. Naciones Unidas reconoce este papel del sector privado, concibiendo ya a las empresas no solo como actores que generan riqueza, sino también desarrollo a nivel mundial. Los ODS proporcionan a las empresas un marco universal y coherente para guiar sus contribuciones al desarrollo sostenible. Las organizaciones, según su sector y modelo de negocio, deben identificar sobre qué objetivos y metas tienen capacidad de influencia y empezar a realizar actividades y operaciones para contribuir al desarrollo sostenible, a nivel local e internacional>>[5].
[3] La metodología a través de una subvención “Etorkizuna Eraikiz” y la conversión de esa metodología a una aplicación web mediante una subvención de “Fomento de la competitividad”. [4] Para un primer acercamiento a los ODS se puede acceder a la plataforma para la formación empresarial en ODS realizada por Red Española del Pacto Mundial en colaboración con la Agenda de Euskadi-Basque Country 2030, ADEGI, CEBEK y SEA. [5] Plataforma para la gestión empresarial de los ODS realizada por la Red Española del Pacto Mundial en colaboración con la Agenda de Euskadi-Basque Country 2030, ADEGI, CEBEK y SEA. |
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GRUPOS DE INTERÉS Los grupos de interés son todas aquellas entidades y personas a las que la actividad de la empresa les afecta de alguna manera, directa o indirectamente. Pueden ser tanto internos de la empresa como externos. Los grupos de interés son clave a la hora de determinar cuáles son los temas socioambientales más importantes para la empresa. El cómo vean estos la empresa y qué crean que tiene que hacer en esos ámbitos, afectará a sus decisiones sobre la organización.
¿QUÉ ES LA MATERIALIDAD? Hay muchas definiciones, pero todas coinciden en que se trata de identificar las áreas más importantes para la empresa en materia socioambiental. Son aquellas en las que tiene sentido centrar los esfuerzos de gestión, de acción y medición de resultado. Para definirla se tiene en cuenta la opinión de los Grupos de Interés de la empresa: qué les importa, qué valoran, qué evalúan de la actividad en las distintas áreas de impacto socioambiental. Junto con esta opinión de los grupos de interés, se analiza cómo afectan estos temas a la competitividad de la empresa y la capacidad de respuesta de esta, pensando en el corto y medio plazo.
inGUru+ TE PERMITIRÁ:
En menos de 3 horas podrás conocer cuáles son las áreas de impacto más relevantes para tu organización y qué indicadores puedes emplear para medir tu contribución al territorio, para medir tu impacto socioambiental concreto.
ÁREAS DE IMPACTO SOCIOAMBIENTAL Medio Ambiente y Biodiversidad:
Capital Social
Capital Humano
Liderazgo
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