Evolución del Turismo en Gipuzkoa. Año 2018
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Resumen ejecutivo
En 2018 el grado de ocupación hotelera aumenta en casi +3 puntos respecto al año anterior y alcanza niveles récord. Esto es así gracias al aumento combinado del número de turistas y de su estancia media, que al contrario de lo que sucedía en 2017, superan ampliamente el significativo aumento de la oferta.
2018 ha sido un buen año para el turismo en los establecimientos hoteleros de Gipuzkoa: la ocupación hotelera suma casi +3 puntos respecto al año anterior y alcanza un nuevo récord cerca del 59% por plazas y del 68% por habitaciones. El grado de ocupación aumenta en todas las zonas del territorio, de forma más discreta en la Capital y en la Costa, y de forma más significativa en el Área Metropolitana y en el Interior. Alcanza máximos en todas las zonas menos en la Costa, donde los establecimientos tipo2 no logran recuperar los niveles de 2016. Por lo que afecta al conjunto de Gipuzkoa, cabe destacar también, que la evolución ha sido alcista todos meses excepto abril (por el cambio de fechas de la Semana Santa) y que, en muchos de ellos, entre los que destacan algunos de los que suelen tener una menor ocupación (enero, febrero, noviembre y diciembre), se han alcanzado también niveles récord.
Este aumento de la ocupación se produce, además, en un contexto de expansión de la oferta hotelera, especialmente en la capital y su área metropolitana. En el caso de la capital, que alberga más del 50% del territorio, cabe destacar el aumento de la oferta en los hoteles de tres o más estrellas fruto fundamentalmente del aumento de estos. Con todo, en el conjunto de Gipuzkoa la oferta de plazas y de habitaciones aumenta en 2018 por encima del +4%.
¿Qué ha pasado con la demanda para que a pesar del importante aumento de la oferta el grado de ocupación alcance niveles no vistos con anterioridad? Han llegado más turistas que nunca y su estancia media se ha situado en niveles pocas veces vistos, especialmente a lo largo de los últimos años.
Así, el número de turista que se hospedan en establecimientos hoteleros de Gipuzkoa aumenta en 2018 un +7,1% respecto al año anterior y alcanza un nuevo récord. Aumentan un +9,5% los turistas extranjeros, gracias en gran medida a estadounidenses, franceses y turistas comunitarios en general, y un +5,1% los estatales, con catalanes y madrileños como principales impulsores del crecimiento. Tanto estatales como extranjeros alcanzan niveles máximos. Este aumento del número de turistas se reparte entre todas las zonas de Gipuzkoa, son un +8,1% más que el año anterior en la Capital, un +7,1% en el Área Metropolitana, un +4,3% en la Costa y un +8,0% en el Interior. En todos los casos, además, aumentan tanto los turistas estatales como los extranjeros.
La estancia media, por su parte, suma en 2018 +0,04 días respecto al año anterior y alcanza los 2,03 días. Desde al menos 1992, sólo en 2006 se ha registrado una media ligeramente mayor que esta (2,04 días), si bien entonces, el número de turistas era un -33,5% inferior. Se sitúan en 2,03 días tanto la de los estatales como de los extranjeros, lo que supone +0,05 días y +0,04 días más que el año anterior respectivamente. Por zonas, también la estancia media aumenta en todas ellas, +0,02 días en Donostia, +0,22 días en el Área Metropolitana, +0,03 días en la Costa y +0,04 días en el Interior, situándose en 2,04 días, 2,03 días, 1,77 días y 2,60 días respectivamente.
Gracias al aumento combinado del número de turistas y de su estancia media, las pernoctaciones crecen un +9,5% respecto al año anterior y registran también un nuevo máximo histórico. Aumentan un +7,6% las pernoctaciones de estatales y un +11,8% las de extranjeros. Cabe destacar que las pernoctaciones de extranjeros superan a las de estatales en mayo, junio, julio y septiembre. Por zonas, aumentan un +9,3% en la Capital, un +19,9% en el Área Metropolitana, un +6,2% en la Costa y un +9,4% en el Interior. Alcanzan el nivel más alto al menos desde 2011 en todas las zonas excepto en la Costa, donde las pernoctaciones de estatales no logran recuperar el nivel de 2016.
En resumen, el aumento de la demanda supera al de la oferta gracias a un número de turistas récord y una estancia media comparativamente muy alta. Con ello, también el grado de ocupación alcanza niveles de récord, aunque este aumento de la ocupación es más discreto en la Capital y en la Costa, en el primer caso como consecuencia de que el aumento de la oferta ha sido muy significativo, especialmente entre los hoteles de tres o más estrellas.
El turismo se ha convertido a lo largo de los últimos años en un importante impulsor del crecimiento económico. Según datos provisionales de Eustat, las actividades turísticas aportaron en 2017 el 7,6% del PIB de Gipuzkoa y el 6,1% del PIB del conjunto de Euskadi. En relación a Euskadi es importante señalar que el gasto del turismo receptor supera al de turismo interior-residente por cuarto año consecutivo; suponen el 53% y el 47% de gasto turístico total respectivamente.
Aunque no son datos comparables por no ser el turismo un sector desde un punto de vista estricto, a modo ilustrativo se puede señalar que la contribución del turismo a la economía de Gipuzkoa superar la contribución de la rama industrial de la metalurgia y productos metálicos[1]. De esta forma, Gipuzkoa se mantiene como el territorio de Euskadi donde mayor peso tienen las actividades turísticas, +2,5 puntos de PIB más que en Araba y +2,2 puntos más que en Bizkaia. Si comparamos con España, sin embargo, donde el turismo aporta en 2017 el 11,7% del PIB, la diferencia es de 4,1 puntos en favor de España.
El gasto turístico engloba todas las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual, sea cual sea el sector que produzca u ofrezca el bien o servicio consumido. No obstante, entre las consideradas actividades características del turismo, los servicios de alojamiento y los restaurantes y similares son, junto con el transporte, dos de las ramas que más peso tienen. Es por ello que, el desempeño de la actividad de la hostelería está muy ligado a la evolución del turismo.
La actividad hostelera aportó en 2017 el 4,8% del PIB de Gipuzkoa, lo que supone una décima más que el año anterior y el nivel de contribución más alto al menos desde 1995[2]. Gracias a ello, se sitúa entre las principales ramas de actividad, con un peso apenas dos y tres décimas por debajo de la educación y de la maquinaria y equipo respectivamente, y ocho décimas por encima de la administración pública y defensa. Por lo que afecta al empleo (puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo), la hostelería aporta en 2016[3] el 6,2% del empleo total del territorio y el 6,0% del empleo asalariado; son un total de 19.229 empleos, 16.036 de ellos empleos asalariados.
Con ello, del valorañadido generado por la hostelería, el 53% se destina a pagar sueldos y cotizaciones sociales a los trabajadores asalariados, lo que supone un nivel muy similar al del conjunto de la economía a pesar de una tasa de asalariados inferior (-3,6 puntos).
Si volvemos a centrarnos en los servicios de alojamientos, el 50% del total de establecimientos hoteleros de Euskadi se encuentra en Gipuzkoa, frente al 38% de Bizkaia y el 12% de Araba. Sin embargo, estos establecimientos son más pequeños que en el resto de los territorios (19 habitaciones, 31,5 habitaciones y 30 habitaciones de media respectivamente), por lo que en términos de habitaciones y plazas ofertadas el 38% se encuentra en Gipuzkoa, el 47% en Bizkaia y el 15% en Araba.
Junto con el menor tamaño de los establecimientos hoteleros, otra característica que determina la estructura del sector hotelero de nuestro territorio es la fuerte estacionalidad, históricamente más marcada que en el resto de los territorios de Euskadi y sobre todo que la del conjunto de España. Esto supone que en Gipuzkoa cuesta especialmente trasladar los aumentos de ocupación de la temporada alta a la temporada baja. En 2016 dicha estacionalidad mostraba una significativa reducción, en 2017 y en 2018 la reducción se modera significativamente, pero se consolida el avance de 2016.