Evolución del Turismo en establecimientos hoteleros de Gipuzkoa. Año 2021
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Resumen ejecutivo
2021 fue el año del comienzo de la recuperación respecto a 2020, pero muy lejos todavía de los niveles previos a la pandemia.
En 2021 el número de turistas que se hospedaron en los establecimientos hoteleros de Gipuzkoa experimentó un rebote del +68% respecto al año anterior, pero dado que el año anterior se había producido un desplome de casi el -57% respecto a 2020, con relación a 2019 fueron todavía cerca de un -28% menos. Fueron los turistas extranjeros los que se situaron más lejos de los niveles previos a la pandemia, un -47%, mientras que la caída del número de turistas estatales fue algo más moderada, del -10%. En cuanto al turismo estatal es importante señalar que el número de turistas llegados desde la Comunidad Autónoma de Murcia y sobre todo el número de turistas residentes en Euskadi, superó el nivel de 2019, en este último caso alcanzando, además, el nivel más alto registrado[1]. Por el contrario, gran parte de la disminución se debió a los y las turistas llegados desde la Comunidad de Madrid, de donde provenían en torno a uno de cada cinco turistas que se hospedaron en nuestro territorio. Por lo que afecta al turismo internacional, gran parte del reboté se debió a los turistas franceses, pero sólo los y las llegados desde Bélgica superaron el nivel de 2019. La disminución respecto a 2019 se debió fundamentalmente a los y las turistas llegados desde EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón y Australia; entre estos sólo los franceses mostraron una disminución menor que la del conjunto de extranjeros y extranjeras.
Este resultado general, es aplicable a todas las zonas de Gipuzkoa. En la Capital el número de turistas fue en 2021 un -25% inferior al de 2019, en el Área Metropolitana un -24% inferior, y en la Costa un -29% inferior, mientras que en el Interior la disminución prácticamente alcanzó el -44%. En todos los casos, además, el comportamiento del turismo internacional fue más negativo que el del turismo estatal. En este sentido, cabe destacar que el número de turistas estatales en los establecimientos de tipo1[2] de la Capital alcanzó un registro máximo.
Con todo, es importante diferenciar entre lo que sucedió durante la primera mitad del año y durante la segunda. Durante la primera mitad los resultados fueron comparativamente muy malos, situándose el número de turistas muy lejos de los niveles de 2019. Durante el segundo semestre, sin embargo, los resultados fueron comparables con los de 2019, alcanzando durante el mes de agosto y el de octubre los niveles más altos registrados para cada uno de estos meses.
La estancia media, por su parte, se situó en 2021 en 1,92 días, lo que supuso una moderada recuperación respecto a 2020, +0,02 días, pero todavía un registro bastante inferior al de 2019, -0,11 días. La estancia media de las y los turistas estatales se situó en 2021 en 1,97 días, +0,02 días por encima del nivel de 2020, pero -0,05 días por debajo del de 2019 y -0,06 días por debajo del de 2018 (máximo desde 2007 inclusive). No obstante, fue la estancia media de los extranjeros la que más se deterioró con la pandemia. Así, en 2021 se situó en 1,83 días, apenas +0,01 días por encima de la media de 2020, y -0,21 días por debajo del nivel alcanzado en 2019 (2,04 días entonces; registro máximo igualando el resultado de 2006). Por zonas, en 2021 la estancia media repuntó en la Capital, se mantuvo en la Costa y disminuyó ligeramente en el Área Metropolitana, en estas dos últimas zonas con registros similares a los de 2019. En el Interior la estancia media cayó a mínimos, aunque superando ampliamente al resto de zonas.Como resultado de todo esto, el número de pernoctaciones aumentó en 2021 un +69% respecto al año anterior, pero se situó, todavía, casi un -32% por debajo del nivel de 2019. Prácticamente todo lo señalado para las entradas se podría aplicar a las pernoctaciones, con pequeñas diferencias. De esta forma, el número de pernoctaciones de turistas estatales se situó en 2021 un -12% por debajo del nivel de 2019, mientras que las pernoctaciones de extranjeras y extranjeros se situaron un -53% por debajo. En el caso de los estatales, sólo las pernoctaciones de residentes en Euskadi aumentaron respecto a 2019, alcanzando el nivel más alto registrado, las de murcianos/as y navarros/as fueron las que más disminuyeron respecto a ese año, mientras que una parte importante de la disminución respecto a 2019 se debió a las pernoctaciones de las y los turistas llegados desde la Comunidad de Madrid. Por lo que afecta al turismo internacional, fueron las pernoctaciones de estadounidenses, -73,4%, británicos/as, -73,2%, alemanes/as, o japoneses/as, -95,3% las que más crecimiento restaron respecto a 2019 y las de belgas y neerlandeses/as las que menos.
En todas las zonas de Gipuzkoa el número de pernoctaciones fue ampliamente inferior al de 2021, siendo el Interior la zona que mostró la mayor disminución. En todos los casos, también, con una menor disminución de las pernoctaciones de estatales, que de las pernoctaciones de extranjeros y extranjeras.
Con todo, al igual que sucedía con las entradas de turistas, también en este caso podemos dividir el año en dos partes, una primera mitad de datos más negativos, y una segunda mitad en la que los resultados fueron más similares a los de 2019, llegando a alcanzarse, incluso, un registro máximo durante el mes de agosto (no en octubre).En este contexto, el grado de ocupación hotelera repuntó en 2021 hasta el 44,5% por plazas y hasta el 51% por habitaciones, aunque todavía se sitúo -16 puntos y -19 puntos por debajo de los niveles de 2019. La recuperación respecto al año anterior se repartió entre todas las zonas, aunque en todos los cosos muy lejos todavía de los registros de 2019. La Capital dejó de ser la zona con mayor grado de ocupación, en favor de la Costa, por una mayor expansión de la oferta que aumento de la demanda en los establecimientos tipo1. Los niveles de ocupación más bajos se registraron en el Interior.
El grado de ocupación hotelera se situó por encima del nivel del año anterior todos los meses desde mayo, pero por la expansión de la oferta en ningún caso de recuperó el nivel de 2019, ni siquiera en agosto, cuando tanto el número de turistas y como el de pernoctaciones alcanzo niveles récord.
Una vez más podemos dividir el año en dos partes, con un primer semestre de resultados más negativos y un segundo semestre más cercano a los niveles previos a la pandemia, aunque en el caso del grado de ocupación, en ningún caso se logró alcanzar los resultados de 2019, ni siquiera en agosto.
En línea con el párrafo anterior es importante analizar la evolución mostrada por la oferta. En este sentido, cabe diferenciar entre la oferta abierta y puesta a disposición del público y la oferta total disponible. En términos medios, en 2021, la oferta de plazas y de habitaciones abiertas y puesta a disposición del público aumentó respecto a 2020, pero se sitúo más de un -7% por debajo del nivel de 2019, lo que supuso una menor diferencia en el grado de ocupación de la que hubiese habido con el mismo nivel de oferta abierta. La disminución de la oferta abierta se repartió entre todas las zonas, aunque las mayores disminuciones respecto a 2019 se produjeron en la Costa y sobre todo en el Interior. Por el contrario, la menor disminución se produjo en la Capital, como consecuencia de cierto aumento en los establecimientos tipo1.
En cuanto a la oferta total disponible, a lo largo de los últimos años se ha producido una expansión significativa. Es difícil, todavía, medir con exactitud las dimensiones de este aumento, pero si atendemos a los últimos datos disponibles, esta expansión se localiza fundamentalmente en la Capital y se trata principalmente de establecimientos de tipo1. Así, en mayo de 2022 había en Donostia +8 establecimientos hoteleros más que en mayo de 2022, como consecuencia de que se contabilizaban +8 establecimientos de tipo1 más y -2 establecimientos de tipo2 menos. De esta forma, estaríamos hablando de unas 579 habitaciones ofertadas más que en mayo de 2022.
Por lo que afecta a los precios, en 2021 los precios hoteleros también rebotaron respecto al año anterior, pero no lo suficiente como para compensar la disminución registrada en 2020, de tal forma que todavía se situaron en torno a un -4% por debajo del nivel de 2019.
En esta línea, la tarifa media del conjunto de los establecimientos hoteleros de Gipuzkoa se sitúo en 2021 en 104,84€/h, superando claramente el nivel de 2020, pero todavía un -3,2% por debajo del nivel de 2019. Sólo en los establecimientos de tres estrellas y de una estrella se logró recuperar el nivel de 2019. Por zonas, en la Costa y en el Interior se registró una tarifa media superior a la de 2019, pero no en el Área Metropolitana, ni en la Capital. Con todo, Donostia se sitúo como el destino urbano con mayor tarifa media de España.
Respecto a 2021 aumentó tanto el grado de ocupación, como la tarifa media, lo que se tradujo en un amento de los ingresos medios por habitación disponible de más del +54% respecto al año anterior. Con relación a 2019, sin embargo, como resultado del efecto combinado de la disminución de la ocupación y de las tarifas, los ingresos medios mostraron una disminución superior al -27%. Esta disminución afectó a los establecimientos de todas las categorías y a todas las zonas, a pesar de lo cual, Donostia fue el segundo destino urbano con mayores ingresos medios, superado por primera vez por Palma de Mallorca.
Con anterioridad a la pandemia, el turismo se había convertido en uno de los principales impulsores del crecimiento de Gipuzkoa. Según datos de Eustat, el gasto turístico llegó a aportar más del 8% del PIB del territorio (máximo del 8,2% en 2016). Sin embargo, la actividad turista fue una de las que más afectadas se vieron por las limitaciones a la movilidad y reunión establecidas en 2020 para tratar de controlar la expansión de la Covid19, de tal forma que la contribución del turismo al PIB cayó en 2020 a poco más del 5% en Gipuzkoa y al 4% en Euskadi. Según datos para el conjunto de Euskadi, fue el turismo receptor[3] el que cayó de forma más intensa, mientras que el que podemos denominar turismo interior[4], lo hizo de forma algo más moderada. A pesar de todo, Gipuzkoa se mantuvo como el territorio en el que el turismo más contribuyó al PIB del territorio.
De forma similar, la actividad hostelera aportó en 2020 el 3% del PIB de Gipuzkoa, lo que supuso -2 puntos menos que el año anterior (5% en 2019) y el nivel más bajo al menos desde 1995[5]. Cabe destacar que en 2019 el peso de esta actividad era comparable al de la rama de la maquinaria y equipo y el de la educación, y cercano al de la construcción, mientras que en 2020 se sitúo en niveles comparables al de la consultoría y actividades técnicas y al de la industria de la energía eléctrica, gas y vapor.
Hay que tener en cuenta que el gasto turístico engloba todas las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual, sea cual sea el sector que produzca u ofrezca el bien o servicio consumido. No obstante, entre las consideradas actividades características del turismo, los servicios de alojamiento y los restaurantes y similares son, junto con el transporte, dos de las ramas que más peso tienen. Es por ello que, el desempeño de la actividad de la hostelería está muy ligado a la evolución del turismo.
Todavía no disponemos de datos posteriores ni con relación al conjunto de las actividades turísticas, ni con relación a la rama de la hostelería, pero a la vista de lo observado en el resto de los indicadores cabe pensar que en 2021 produjo, igualmente, cierta recuperación, aunque insuficiente para recuperar los niveles de 2019. En este sentido, cabe señalar que, según los datos que muestran las cuentas económicas trimestrales de Euskadi, los servicios de comercio, hostelería y transporte[6] en conjunto mostraron durante la mayoría de los trimestres de 2021 un crecimiento más robusto que el del conjunto de la economía y similar durante el primer trimestre de 2022. Es decir, los servicios de comercio, hostelería y transporte mostraron en un primer momento una mayor disminución (-18% en 2020), pero en aquellos trimestres en los que la incidencia del virus fue menor y las medidas de control se relajaron, mostraron una recuperación más intensa (+9% en 2021). De esta forma, durante el primer trimestre de 2022[7] el VAB de los servicios de comercio, hostelería y transporte se situó un -7,7% por debajo del nivel del cuarto trimestre de 2019 (-27,9% II.tr.20), mientras que el PIB total se sitúo un -2,8% por debajo.
De cara a 2022 cabe esperar que esta recuperación se consolide. Apoyan esta idea los últimos datos conocidos con relación al turismo en establecimientos hoteleros de Gipuzkoa, que hasta el mes de mayo muestran un gran dinamismo de la demanda, con niveles récord de turistas y pernoctaciones para los meses de febrero, abril y mayo. No obstante, como consecuencia de la expansión mostrada por la oferta, el grado de ocupación hotelera se sitúa todavía algo por debajo de los niveles de 2019. Tampoco los precios ni los ingresos han recuperado del todo los niveles de 2019.
[1] No disponemos datos anteriores a 2011, pero no parece probable que con anterioridad a ese año el número de turistas residentes en la Comunidad Autónoma del Euskadi pudiera ser superior.
[2] Tipo1: hoteles de 3, 4 y 5 estrellas. Tipo2: hoteles de 1 y 2 estrellas, hostales y pensiones.
[3] Es el conjunto del gasto realizado por el colectivo de visitantes no residentes (entrante o receptor) en la economía de referencia.
[4] Estrictamente denominado “Otros componentes del turismo. Las otras componentes del gasto turístico recogen el gasto que los turistas y excursionistas residentes en Euskadi, las empresas y las administraciones públicas vascas realizan en la CAE.
[5] No disponemos de datos anteriores.
[6] La mayor desagregación que ofrecen las cuentas trimestrales.
[7] Último dato disponible a la hora de elaborar este informe. Con todo, son datos provisionales y susceptibles de revisión, en ocasiones significativas.