De un vistazo. Sector Turístico. Datos de mayo de 2021

22/06/2021-Turismo en establecimientos hoteleros:  El grado de ocupación hotelera se sitúa en mayo en el 27,5% por plazas y en el 33,7% por habitaciones, lo que supone el nivel más bajo para este mes desde 1993 a pesar de que casi el 29% de los establecimientos del territorio han estado cerrados todos los días del mes.

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Durante el mes de mayo un total de 48.774 turistas se han hospedado en los establecimientos hoteleros de Gipuzkoa. En mayo del año pasado se mantenía el confinamiento estricto, por lo que apenas 3.526 turistas se hospedaron en los establecimientos que se mantuvieron abiertos; esto hace que cualquier comparativa respecto a entonces carezca de sentido. Si comparamos con mayo de 2019, sin embargo, el número de turistas disminuye un -58,2%, lo que supone que supone que este mes de mayo se han hospedado en Gipuzkoa menos del 42% de los que lo hicieron entonces. Cabe recordar que el Estado de Alarman decayó la noche del 8 al 9 de mayo, poniendo fin a al toque de queda y a las limitaciones a la movilidad, aunque se mantuvieron las restricciones en el régimen fronterizo. Con todo, sin tener en cuenta 2020, este es el número de turistas más bajo para un mes de mayo desde 1996 (-11,4% menos que en 1997; +23,9% más que en 1996).  

Con relación a mayo de 2019, los turistas estatales disminuyen un -35,2%, mientras que la disminución de los turistas extranjeros alcanza el -76,3%. Como viene sucediendo a lo largo de los últimos meses la disminución del turismo estatal podría haber sido mayor si no fuese por los turistas vascos, +18,4%, aunque en este caso cabe destacar, también, la pequeña contribución positiva de los turistas navarros, +5,8%. Por el contrario, vuelven a ser catalanes, -39,9%, y sobre todo madrileños, -49,5%, los que más crecimiento restan, aunque los que más disminuyen son ceutís y melillenses, -100% (en mayo no se hospedó ninguno en Gipuzkoa) y valencianos, -61,3%. Entre los extranjeros, los estadounidenses toman el relevo a los franceses y con una disminución del -98,3% respecto a mayo de 2019 son los que más crecimiento resto, aunque los franceses, con una disminución del -40,8%, se sitúan en el segundo puesto, seguidos a poca distancia por los noruegos, -93,4%. Por detrás de estos destacan, también, alemanes, -84,3%, y argentinos, -96,4%.

Con todo, durante los cinco primeros meses del año el número de turistas acumula una disminución del -10,6% respecto al mismo período del año pasado y del -65,0% respecto al mismo periodo de 2019. Los turistas extranjeros acumulan una disminución del -40,2% respecto al año pasado y del -80,6% respecto a 2019. Los turistas estatales, por su parte, aumentan un aumento del +6,0% respecto al mismo periodo del año pasado, aunque acumulan una disminución del -46,1% respecto al mismo periodo de 2019. Sólo los turistas vascos acumulan crecimiento respecto a los primeros cinco meses de 2019 (+19,6%).

Por lo que afecta a la estancia media, se sitúa en mayo en 1,66 días, lo que supone -1,54 días menos que el año pasado (comparativa que no tiene mucho sentido)[1], y -0,36 días respecto a mayo de 2019. Esta estancia media es la más baja para un mes de mayo desde 1993 (1,58 días entonces). La estancia media de los estatales disminuye en -1,33 días respecto al año pasado y en -0,29 días respecto a mayo de 2019, mientras que para los extranjeros las disminuciones son de -2,47 días y -0,47 días respectivamente. Si comparamos con 2019 la estancia media disminuye más en los establecimientos tipo1[2], -0,47 días, que en los de tipo2[3], -0,18 días, hasta situarse en 1,59 días y 1,78 días respectivamente. Con todo, la estancia media de los primeros cinco meses del año se sitúa en 1,71 días, lo que supone -0,19 días menso que durante el mismo período del año pasado y -0,20 días menos que en 2019. Son menos -0,17 días en ambos casos para los estatales, y para los extranjeros, -0,23 días menos que el año pasado y -0,24 días menos que en 2019.

En este contexto, el número de pernoctaciones aumenta en mayo respecto al año pasado, pero disminuye un -65,5% respecto a mayo de 2019. Como pasaba con las entradas de turistas, son las pernoctaciones de extranjeros las que más disminuyen respecto a mayo de 2019, -81,8%, mientras que la disminución es algo más moderada (aunque igualmente importante) en el caso de los turistas estatales, -44,6%. Por lo que afecta a los estatales, sin embargo, cabe destacar que las pernoctaciones de vascos apenas aumentan un +0,7% respecto a mayo de 2019 y que las de navarros disminuyen. En el caso de los extranjeros, por su parte, son los estadounidenses, -98,5%, los que más crecimiento restan con diferencia, seguidos a cierta distancia por noruegos, -95,4%, alemanes, -86,9%, y franceses, -41,0%.

De esta forma, entre enero y mayo las pernoctaciones acumulan una disminución del -19,6% respecto al mismo periodo del año pasado y del -68,6% respecto al mismo periodo del 2019. Las pernoctaciones de extranjeros acumulan una disminución del -47,3% respecto a los cinco primeros meses del año pasado y del -83,0% respecto a los cinco primeros meses de 2019. En el caso de los turistas estatales la disminución es del -3,7% respecto al año pasado, pero del -57,4% respecto a 2019.

Como resultado de todo esto, el grado de ocupación hotelera se sitúa en mayo en el 27,5% por plazas y en el 33,7% por habitaciones, lo que supone +9,3 puntos y +5,6 puntos más que el año pasado, pero -36,0 puntos y -41,9 menos que en mayo de 2019. No obstante, es importante tener en cuenta que durante el mes de mayo un 28,6% de los establecimientos del territorio no han tenido ningún día de actividad (33,4% en abril). A pesar de esto, el nivel de ocupación por plazas es el más bajo para un mes de mayo desde 1993 (25,1% entonces), cuando la oferta disponible era considerablemente inferior. Si analizamos los cuatro primeros meses en conjunto, la ocupación por plazas se sitúa en el 21,3% y la ocupación por habitaciones en el 27,6%, lo que supone -29,7 puntos menos y -33,2 puntos menos que durante el mismo período de 2019 respectivamente. Esto es así a pesar de que el número de establecimientos con actividad ha sido ostensiblemente menor.

Por lo que afecta a los precios, la tarifa media o ADR aumenta en mayo un +77,2% respecto al año pasado (mínimo del año), pero disminuye un -27,1% respecto a mayo de 2019. Respecto a mayo de 2019[4] muestran una mayor disminución los precios de los establecimientos tipo1, -30,1%, que los de tipo2, -19,6%. Con todo, durante los cinco primeros meses del año las tarifas acumulan un aumento en torno al +24,0% respecto al año pasado, pero una disminución del -9,7% respecto al mismo periodo de 2019. Con relación a los cinco primeros meses de 2019 la disminución es del -12,9% en los establecimientos tipo1 y del -2,9% en los establecimientos tipo2.

Los ingresos medios por habitación disponible o RevPAR, por su parte, aumentan en mayo un +111,9% respecto al año pasado (cuando se hundieron), pero disminuyen un -67,5% respecto a mayo de 2019. Con relación a mayo de 2019 la disminución es del -70,5% en los establecimientos tipo1 y del -62,0% en los establecimientos tipo2. Con ello, durante los cinco primeros meses los ingresos acumulan una disminución en torno al -27,3% respecto al año pasado y del -60,6% respecto al mismo periodo de 2019. Con relación a 2019 la disminución es del -63,3% en los establecimientos tipo1 y del -55,7% en los tipo2.

Utilizando los datos de oferta de habitaciones y de ingresos medios por habitación disponible, podemos hacer una aproximación de la evolución de la facturación. La facturación media por servicios de alojamiento registra entre enero y mayo una disminución del -22,7% respecto al año pasado y del -58,9% respecto a 2019. De esta forma, la facturación por servicios de alojamiento se sitúa un -49,5% por debajo de la media de los seis años anteriores y un -52,8% por debajo de la media enero-mayo del periodo 2015-2019.