Ascongi: el sector de la construcción no termina de reactivarse y demandamos revisar las políticas de inversión
22/05/2017
Los constructores guipuzcoanos ven necesario adecuar la ley suelo al actual escenario y estimular de forma sostenida la rehabilitación promoviendo su ejecución de forma profesionalizada.
Aunque los datos referidos al año 2016 continúan mostrando una ausencia de signos de reactivación tímidamente en 2016 el PIB de la construcción crece un 1,6% en volumen, segundo año en positivo y el empleo asalariado aumenta un 0,4 por primera vez desde el inicio de la crisis.
La licitación se sitúa en mínimos: cae un -35% (obra civil -41% y edificación -19%), con una rebaja en la adjudicaciones del- -19,6%. El 73% de las adjudicaciones han ido a empresas guipuzcoanas.
A pesar de que en 2016 los inicios de vivienda (visados de obra nueva) de Gipuzkoa caen a la mitad del año anterior y se aprecian mínimos en la terminación de viviendas La oferta de vivienda cae un -12%. La nueva libre cae un -9% a mínimos y la de vivienda usada un -15% por su mayor venta.
Las transacciones crecen un 11,4% por tercer año sustentado sólo en el segmento de vivienda usada (13,8%), pero siguen bajando las de vivienda nueva. El stock de vivienda nueva disminuyó en 2015 un -9,5%, el mayor descenso desde el inicio de la crisis.
Los índices de dinamismo y evolución de ventas siguen señalando al menos en el entorno de las capitales hacia la recuperación moderada del mercado inmobiliario desde mínimos de 2013.
La construcción vasca es uno de los pocos sectores que mantiene su gasto en I+D en 2015.
En 2016 no se produjo ningún siniestro mortal y se dio una fuerte reducción del -10,6% en el nº total de accidentes y en el índice de incidencia.
22 de mayo 2017. Tras encadenar 8 años de caída del VAB y del empleo y a pesar de que el inicio del año 2015 apuntaba un cambio de tendencia, el balance del año 2016 finalmente acreditó un nuevo descenso, eso sí, mucho menor que en años anteriores.
Las 7.127 empresas con sede en Gipuzkoa que generan 17.000 empleos y representan el 6,2 del PIB de Gipuzkoa continúan en 2016 su proceso de ajuste del sector con un -1,4% en el nº de establecimientos.
En la misma dirección los datos referidos al año 2016 continúan mostrando una ausencia de claros signos de reactivación aunque tímidamente el PIB del sector crece un 1,6% en volumen, y el empleo asalariado un +0,4% por primera vez desde el inicio de la crisis. Gracias fundamentalmente al impulso de la edificación (+3,9%) y frente a la cronificada caída de la obra civil (-10,9%).
En este sentido Ascongi considera necesario revisar el concepto de inversión pública y asociarlo con infraestructuras prioritarias de agua, medio ambiente, transporte y urbanismo, que deben ser sostenidas y sostenibles en el tiempo para poder dar respuesta a las grades tendencias globales como son, la gestión de los recursos naturales, los cambios demográficos o la innovación tecnológica.
En cuanto a las infraestructuras de agua consideramos que se deben centrar en la planificación hidrológica 2017/2021 y en cumplimiento de las Directivas de la UE que promueven la plena recuperación de los costes de los servicios del agua.
Por lo que al medio ambiente se refiere son centrales el tratamiento de residuos municipales así el cumplimiento del Plan Estatal Marco de Gestión de residuos 2017/2022. En este sentido cabe recordar que los objetivos de porcentaje de materia biodegradable y prohibición de depósito en vertedero de residuos sin tratar se encuentran incumplidos, circunstancia que llevó en julio de 2015 a España ante el Tribunal de Justicia de la UE para la adopción de medidas correctoras.
Por último las infraestructuras de transporte y urbanismo creemos que deben de estar centradas en el transporte de mercancías y logística, accesibilidad a ciudades, redes secundarias, gestión de capacidad y movilidad urbana.
Unido a lo anterior otra cuestión recurrente, de imprescindible y urgente actuación, es la necesidad de revisar los precios con los que se conforman los tipos de licitación, (muchas veces por debajo de su coste) así como desincentivar las continuas y alarmantes bajas en la contratación pública, que sitúa en Gipuzkoa la media del año 2016 en torno al 20%. Cifra que no es fruto de una sana y deseable competencia sino de una situación de clara necesidad con efectos claramente perniciosos, tanto para el tejido empresarial, como para las condiciones laborales en las que se ejecutan las obras, al realizarse la adjudicación del contrato sobre bases económicas que encierran costes laborales muy por debajo del cumplimiento de los convenios laborales.
En 2016 los inicios de vivienda (visados de obra nueva) de Gipuzkoa caen a la mitad del año anterior y se aprecian mínimos en la terminación de viviendas al tiempo que disponemos de un stock en clara reducción respecto del 2015, un -9,5, que lo sitúa en el 1,67% por debajo del 2% de la media del estado.
La edificación mantiene un general cambio de tendencia lo que se desprende de que el mercado de vivienda sigue reduciéndose: la oferta de vivienda muestran una caída de un -12%, el volumen de viviendas en venta se reduce y los índices de dinamismo y evolución de ventas siguen señalando hacia la recuperación moderada del mercado inmobiliario desde mínimos de 2013. Disminuyen las viviendas necesitadas por acceso y rehabilitación pero aumenta la de cambio. A un año vista serían necesarias 400 viviendas de primer acceso y 6.200 para cambio. A este respecto Ascongi sigue demandando la adecuación y flexibilización de la ley de vivienda y suelo para poder dar respuesta ágil a la demanda existente.
Respecto de la rehabilitación, las licencias de obra mayor por rehabilitación crecen en Gipuzkoa un 42% en 2016 y si bien es cierto que en el en el mercado privado de la rehabilitación energética hay una demanda creciente del mercado, las escasas o nulas barreras de entrada hacen que el mercado esté sobresaturado de empresas insuficientemente acreditadas que el propio mercado y los propios clientes, por desconocimiento del sector aceptan como válidas.
La consecuencia es que daña los márgenes y las obras tienen nula rentabilidad empresarial lo que puede llegar a comprometer la calidad del resultado. Asimismo conviene revisar la política de ayudas públicas buscando ejemplos como Francia o Alemania que destinan una cantidad fija de recursos para preservar y mantener su parque edificado, como elemento fijo de los presupuestos.