Artículo Técnico PRL: Riesgo por exposición a agentes químicos cancerígenos en la soldadura de materiales con alto contenido en cromo y níquel.
Últimamente se está extendiendo el empleo generalizado de los siguientes materiales en la industria:
- Aceros Inoxidables tipo Dúplex y Superdúplex, cuya concentración de cromo se encuentra muy por encima del 18% máximo habitual: entre el 20-30% en el caso del Dúplex, llegando incluso hasta el 38% de cromo en el caso del Superdúplex, conteniendo además un 8 % de níquel.
- Aleaciones de níquel como pueden ser el INVAR, también llamado FeNi36, que se trata de aleaciones de hierro y níquel al 36% y que contienen cromo hasta el 8%.
La extensión del uso de este tipo de aceros se debe principalmente a las propiedades mecánicas que ofrecen los mismos además de su alta resistencia a la corrosión. Son aceros que ofrecen grandes resistencias al agrietamiento, a la corrosión por picaduras y grietas y a compuestos como son los cloruros.
La generalización del empleo del INVAR es debida a su bajo coeficiente de dilatación lo que permite la fabricación de piezas de alta precisión, principalmente en aeronáutica.
Al tener un porcentaje tan alto, tanto de cromo como de níquel, al realizar sobre todo operaciones de soldadura con este tipo de materiales, se emiten compuestos de cromo en todas sus valencias (incluyendo los que contienen cromo hexavalente) y compuestos de níquel, en cantidades muchísimo más altas que al emplear aceros inoxidables normales, lo cual implica un riesgo higiénico mucho más elevado.
Además, a este tipo de compuestos emitidos de Cr(VI) y de níquel, les es de aplicación el R.D. 665/1997 “Protección de los Trabajadores Contra los Riesgos relacionados con la Exposición a Agentes Cancerígenos o Mutágenos durante el Trabajo” y sus posteriores modificaciones, por lo que el riesgo higiénico todavía se agrava más, porque los conocimientos científicos actuales no permiten identificar los niveles de exposición por debajo de los cuales no exista riesgo de que los agentes mutágenos y cancerígenos produzcan efectos característicos sobre la salud. Se admite la existencia de una relación exposición-probabilidad del efecto que permite deducir que cuanto más baja sea la exposición a este tipo de agente menor será el riesgo.
Mediciones realizadas recientemente en algunos puestos donde se realizan operaciones de soldadura de este tipo de materiales revelan cantidades de Cr(VI) muy altas, llegándose incluso en algunos casos a la saturación de los filtros de medición, en tiempos de muestreo menores a los indicados por el laboratorio. Por lo tanto, si se trata de una situación exposición-probabilidad, en estos casos a estos niveles de exposición la probabilidad de que se produzcan los efectos característicos es muy elevada.
En estas situaciones pueden darse no sólo intoxicaciones crónicas causadas por exposiciones continuadas a concentraciones moderadas/altas de contaminantes, que pueden conducir a enfermedades profesionales en períodos muy cortos de tiempos, sino condiciones que pueden producir accidentes de trabajo por intoxicaciones agudas.
Para este tipo de agentes químicos mantener la exposición por debajo de un valor límite determinado no permite eliminar completamente el riesgo, aunque si podrá limitarlo. Es decir, mantener la exposición por debajo de un valor no elimina el riesgo que algún trabajador no desarrolle enfermedad profesional. Por lo que la exposición a estos agentes se deberá reducir AL MÍNIMO POSIBLE.
Debe efectuarse también una vigilancia de la salud de los trabajadores (específica en relación con los posibles efectos de los agentes en cuestión) siempre que sea procedente, conforme a lo establecido en el Art. 6 del R.D. 374/2001 “Protección de la Salud y Seguridad de los Trabajadores contra los Riesgos Relacionados con los Agentes Químicos durante el Trabajo”.
Puede suceder que las medidas preventivas adoptadas que permitían tener controlado el riesgo de exposición a este tipo de agentes en el uso de aceros inoxidables normales no sean suficientes cuando se usen este tipo de aceros o aleaciones de níquel, con el consiguiente riesgo de enfermedades profesionales o exposiciones agudas.
Por lo tanto, antes de empezar a trabajar con este tipo de materiales se debe estudiar por un higienista cualificado si las medidas preventivas adoptadas son o no suficientes, realizándose siempre una evaluación inicial del riesgo higiénico por exposición a los compuestos de Cr(VI) y níquel además de otros compuestos metálicos que puedan emitirse.
Arantxa Fernández González
Técnico Superior en PRL
Sociedad de Prevención de Mutualia