ArtÃculo técnico PRL: Edad y trabajo saludable
Es una realidad que la edad de jubilación está aumentando y la vida laboral tiende a prolongarse. Desde el punto de vista de la gestión preventiva, se debe tener en cuenta ciertas características relacionadas con el envejecimiento de la población activa, tales como:
- La tardía incorporación de las personas al mundo laboral. Este hecho y el futuro retraso de la edad de jubilación pueden provocar un desplazamiento de los intervalos de edad de la población laboral.
- En las próximas décadas comenzará el verdadero fenómeno de población envejecida.
- La población laboral tendrá un importante nivel de formación, nivel que será mucho más elevado que el actual.
- El envejecimiento puede generar una serie de problemas que afectan a la capacidad de trabajo, sobre todo a nivel fisiológico (visión, audición, aparato motor)
- Etc.
Cada vez la población es más consciente de que el mundo laboral está cambiando y una buena gestión de la seguridad y la salud en el trabajo incrementan la productividad y la eficiencia.
En este sentido, la Ley 31/95, Ley de Prevención de Riesgos laborales, en su artículo 15, Principios de la acción preventiva establece, entre otros aspectos:
“El empresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención con arreglo a los principios generales”; siendo alguno de los citados principios generales los siguientes:
- Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud.
- Tener en cuenta la evolución de la técnica.
- Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
- Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo.
Es decir que, si tenemos en cuenta los citados principios generales con una población activa potencialmente envejecida debemos pensar que cada empresa deberá adaptar el puesto de trabajo a las personas que los ocupan, teniendo en cuenta la evolución técnica y planificarlo con una perspectiva evolutiva a lo largo de los años.
Y todo esto hay que plantearlo hoy para prevenir y evitar situaciones de riesgo actuales y futuras.
Algunas de las medidas que se puede plantear su planificación, puesta en marcha y evaluación de la eficacia de aplicación de forma continua podrían ser las siguientes (a modo de resumen y sin pretender la exhaustividad de las mismas):
- Ser conscientes las empresas de los verdaderos problemas del envejecimiento.
- Incluir en las políticas preventivas y el plan de prevención, de forma global la “gestión de la edad”.
- Analizar cómo adaptar los puestos de trabajo:
- Estudio de las aptitudes/competencias de los/as trabajadores/as.
- Adecuación entre las aptitudes de trabajadores/as y exigencias del puesto.
- Estudio de las aptitudes que exigirán los puestos del trabajo en el futuro
- Comparación entre las exigencias de los puestos actuales y exigencias previsibles.
- Comparación entre la exigencias previsibles y las previsibles aptitudes/competencias de los/as trabajadores/as.
- Rediseño del trabajo (no solo el puesto de trabajo):
- Incluyendo cambios que reduzcan el esfuerzo físico.
- Incluyendo la redistribución de tareas.
- Incluyendo adaptaciones ergonómicas concretas.
- Etc.
- Cambio de trabajo:
- Cuando no sea posible el rediseño del mismo se planteará el cambio de puesto atendiendo a las características físicas y/o mentales del/la trabajador/a.
- Incorporación tecnológica:
- Los cambios tecnológicos actuales y futuros pueden ayudar de forma eficiente en el caso de trabajadores/as de mayor edad.
- Hacer políticas encaminadas a la polivalencia del personal basadas en la formación y el reciclaje.
- Promoción y prevención de la salud:
- Formar a trabajadores/as en materia de seguridad y salud evolutiva.
- Reforzar el papel en la empresa de la vigilancia de la salud, dando valor a la vigilancia de la salud tanto colectiva como individual.
- Establecimiento y ajuste de planes de carrera.
- Formación continua.
Por último quisiera comentar que la “la edad y la salud laboral” es algo que afecta a todas las empresas de todos los sectores, sea cual sea su nivel de riesgo laboral. Por lo tanto es algo que debemos pensar en ponernos “manos a la obra” hoy para prevenir los problemas de mañana.
Juantxo Revilla
Gerente de Cei Servicio de Prevención